Santiago.- El radiotelescopio más grande del mundo, ALMA, completó sus primeras 16 antenas y está listo para iniciar sus observaciones, claves para encontrar vida en otros planetas, informó hoy en Chile el Observatorio Europeo Austral (ESO).
El centro de observación, ubicado a 5.000 metros de altura en el llano de Chajnator, contará con hasta 66 antenas que le permitirán analizar zonas invisibles del Universo para los telescopios ópticos.
Astrónomos de todo el mundo ya presentaron más de mil propuestas de investigación, para usar esta tecnología que permite observar la luz en longitudes de onda milimétricas y submilimétricas.
Es decir, las ondas que emiten en todo el cosmos las partículas de oxígeno, silicio, carbono u otros minerales que existen en él.
La detección conjunta de zonas ricas en oxígeno e hidrógeno posibilitará intuir la existencia de agua, elemento clave para la vida.
ALMA, a diferencia de los telescopios ópticos, puede producir observaciones de zonas más cercanas al momento del Bing Bang, instante de la creación del Universo.
La instalación de ALMA, en una zona de grandes telescopios en Chile, coincide con la actual construcción del mayor telescopio óptico del mundo en el Cerro Armazones.
Dicho proyecto, que demandará una inversión inicial de 1.500 millones de dólares hasta 2018, permitirá mirar también hacia zonas más cercanas al origen del Universo, cerca de la llamada "zona oscura" que los equipos actuales no logran ver.
Con este gigantesco telescopio europeo óptico-infrarrojo se pretende entre otros descubrir cómo se formaron los planetas y si existe vida más allá de la Tierra.
El funcionamiento de estos dos grandes observatorios, según dicen los teóricos, podrían revolucionar la concepción del Universo de un modo similar al que lo hicieron los estudios de Galileo siglos atrás.
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