"Todavía estamos esperando la partícula más esperada, el ’bosón Higgs’,” explicó el director general del CERN, Rolf Heuer, en una conferencia de prensa en Grenoble en la que se presentaron los resultados obtenidos con el LCH en el último año, en el marco de la Conferencia de Eurofísica sobre Física de Gran Energía que reúne a 700 físicos del mundo entero.
Se trata del primero de los misterios físicos que intentan clarificar los expertos con el más potente acelerador de partículas del mundo, construido en un túnel circular de 27 kilómetros situado bajo la frontera entre Francia y Suiza.
De encontrarlo, se podría probar la teoría enunciada en la década de 1960 por el profesor Peter Higgs y serviría para comprender por qué la materia se comporta de la manera en que lo hace.
Si la deseada partícula no apareciese, el Modelo Estándar de la física de partículas -que describe las relaciones entre las interacciones fundamentales conocidas entre partículas elementales que componen toda la materia- estaría incompleto.
Pero tanto si aparece como si no, “sería un descubrimiento,” agregó Heuer, quien señaló que “el LHC está funcionando extremadamente bien” y que se trata sólo del primer año de funcionamiento de ese complejo aparato.
"Planeamos que funcione otros 20 años,” añadió el científico alemán, quien pidió “paciencia” y aconsejó que no se pida “demasiado y demasiado pronto.”
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