El desarrollo económico de Chile en la encrucijada:
o como las viejas controversias impiden abordar los nuevos problemas.
Oscar Landerretche G. ∗ Mario Lanzarotti ∗∗ Carlos Ominami P.∗∗∗
Introducción
A punto de ingresar al último cuarto de la década de los 90, Chile parecía haber
dejado atrás, decididamente, una historia política y económica turbulenta para
convertirse en el país más dinámico de América Latina. La economía creció a altas
tasas durante más de diez años, especialmente en el período “de oro” 1991-97, en
plena reconstrucción de la democracia. Así, Chile se transformó en una estrella en el
firmamento de las economías emergentes. En el país se difundió el convencimiento
de que seríamos desarrollados hacia el bicentenario. Ello requería, por cierto, repetir,
por otros 13 años, el ritmo de crecimiento alcanzado en el período 1986-97,
cuadriplicando así el producto per capita en 25 años.1
La “crisis asiática” interrumpió esa trayectoria. Sorpresivamente, la economía
chilena, que había sorteado bien otras coyunturas internacionales delicadas durante
los noventa, experimentó una brusca caída en su ritmo de crecimiento. Lo que se
suponía una disminución pasajera motivada por turbulencias externas, se transformó
en una fase de bajo crecimiento y alto desempleo que se ha prolongado por seis
años. Si bien es cierto Chile sigue siendo uno de los diez países con mayor
crecimiento en los últimos 20 años (ver Cuadro 1), la recuperación posterior a la
“crisis asiática” fue mayor en otros países emergentes, especialmente en NICs como
Corea del Sur.2
En este marco la pregunta fundamental es: ¿ puede Chile recuperar su dinamismo, o
∗ Oscar Landerretche Gacitúa es Doctor en Economía Política de la Universidad de Oxford, Profesor de la
Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Chile y del MBA Internacional del
Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad Técnica Federico Santa Maria, ex Subsecretario de
Economía, ex Ministro de Energía y actual Vicepresidente Ejecutivo de la Corporación de Fomento de la
Producción de Chile (CORFO).
∗∗ Mario Lanzarotti es Doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de Paris, Profesor de la Universidad de
París 1 Panthéon-Sorbonne y miembro del Centro de Investigaciones del Instituto de Estudios del Desarrollo
Económico y Social de la misma Universidad.
∗∗∗ Carlos Ominami Pascual es Doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de Paris, ex investigador del
Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia (CRNS), ex Ministro de Economía y actual Senador de
la República de Chile, habiéndose desempeñado como Presidente de la Comisión de Hacienda del Senado
(2002-3).
1 Aunque en realidad, en términos de PIB a tasas de paridad poder adquisitivo (PPA) un desempeño tan exitoso
sólo permitiría alcanzar a Grecia pero no a Portugal o a España.
2 Es instructivo constatar que algunos de los países asiáticos más afectados por la crisis han tenido, luego de
ella, tasas anuales promedio de crecimiento más altas que las que tuvo Chile posteriormente a su recesión de
1999 : Corea del Sur, 7.3% (1999-2002) ; Malasia, 4.7% (1999-2002). Con una especialización cargada hacia los recursos naturales Indonesia con 4.0% (1999-2002) se aproxima al desempeño chileno : 3.1% (1999-2002 )
Responder, significa reflexionar sobre la naturaleza de los factores que hicieron
posible el boom 1986-97. Significa reflexionar sobre sus fortalezas y debilidades y
sobre el camino a seguir para asegurar nuestro desarrollo económico y social. Lo
que tratamos de hacer en este ensayo es contribuir a esa reflexión.
No es razonable que los debates fundamentales sobre políticas públicas sigan
estando marcados, en Chile, por la insistencia proveniente de un importante sector
del país, en la tesis de que toda política pública distinta de la privatización,
desregulación, apertura unilateral y reducción de la carga tributaria, es un atentado
contra la estrategia de desarrollo. Tampoco es razonable afirmar, como lo hace
majaderamente aquel sector, que la teoría o la experiencia histórica del desarrollo
tardío conduzcan, simplemente, a profundizar esas liberalizaciones si se quiere
alcanzar tasas de crecimiento sostenidas de un 6% o 7% anual. Ni siquiera es
razonable considerar un fracaso si Chile no crece a tal cadencia hasta alcanzar el
desarrollo en no más de 15 años.
Por otro lado, tampoco es razonable sostener que el modelo de economía abierta,
basado en las fuerzas del mercado libre y en el rol fundamental de la iniciativa y el
capital privados, reafirmado por el país a lo largo de tres décadas de políticas
públicas, esté agotado. Ni que el proceso de construcción gradual de un Estado
regulador y redistribuidor de las oportunidades, que ha venido ocurriendo desde la
reinstalación de la democracia, sea un fracaso. Ni que, en respuesta al Consenso de
Washington, sólo quede optar por un regreso al dirigismo estatal y al proteccionismo.
CUADRO 1
CRECIMIENTO PROMEDIO ANUAL DEL PIB PER CAPITA 1983-2003 SEGÚN EL FMI
% %
1 CHINA 8,4 21 TUNEZ 2,4
2 COREA DEL SUR 5,7 22 UGANDA 2,4
3 TAIWAN 5,4 23 REINO UNIDO 2,3
4 IRLANDA 5,0 24 MYANMAR 2,3
5 MAURICIO 4,8 25 BANGLADESH 2,3
6 TAILANDIA 4,5 26 AUSTRALIA 2,3
7 VIETNAM 4,5 27 TURQUIA 2,2
8 BOTSWANA 4,4 28 POLONIA 2,2
9 CHILE 4,2 29 NEPAL 2,2
10 SINGAPUR 3,8 30 CHAD 2,2
11 HONG KONG 3,6 31 SWAZILANDIA 2,2
12 INDIA 3,5 32 JAPON 2,1
13 MOZAMBIQUE 3,4 33 ESTADOS UNIDOS 2,1
14 MALASIA 3,3 34 GHANA 2,1
15 INDONESIA 3,1 35 BELGICA 2,1
16 SRI LANKA 3,0 36 FINLANDIA 2,0
17 LAOS 3,0 37 GRECIA 2,0
18 ESPAÑA 2,7 38 HOLANDA 2,0
19 PORTUGAL 2,6 39 PAQUISTAN 2,0
20 NORUEGA 2,6 40 LESOTHO 2,0
FUENTE: BASE DE DATOS DEL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL, OCT.2003
La tesis central de este trabajo sostiene que es imprescindible dejar atrás el
simplismo de las discusiones económicas del pasado, tomarse en serio los
consensos básicos existentes y abordar de manera distinta los desafíos de nuestra
estrategia hacia la construcción de una economía de mercado exitosa impulsada por
la competitividad de sus exportaciones.
Lo anterior se traduce en una convocatoria a todas las fuerzas conque cuenta el
país. Es necesario que se articulen más estrechamente los esfuerzos entre los
distintos actores sociales, para que una renovación de los comportamientos lleve aChile, en un futuro no lejano, al círculo de los países desarrollados.
I.-El crecimiento de Chile en una perspectiva histórica
Utilizando como criterios el crecimiento y la estabilidad macroeconómica, se puede
constatar que la economía chilena ha pasado, a lo largo de su historia, por variadas
fases.
Las principales fases de estancamiento o retroceso (ver Grafico 1), se produjeron
entre 1810 y 1830, durante la Guerra de la Independencia y los conflictos internos
que la siguieron; entre 1910 y 1940, en el marco, la mayor parte del tiempo, de una
economía de mercado muy abierta, que experimentó lo que la Liga de las Naciones
consideró como los más agudos efectos de la Gran Depresión de los años 30; y
finalmente, entre 1970 y 1985, en un contexto de sucesivas crisis políticas y
económicas detonadas por la inestabilidad política interna y los shocks petroleros de
1973-74 y 1980-81, amplificados, estos últimos, por el alto grado de vulnerabilidad
externa que demostró la economía chilena.
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